El problema de muchas agencias de marketing es que se comportan como cajeros automáticos: entregan lo que el cliente pide sin cuestionar, sin evaluar, sin entender. Esto no solo es un error, es una pérdida de oportunidad para ambas partes. ¿Por qué? Porque lo que el cliente quiere no siempre es lo que su negocio necesita para crecer.
Piénsalo así: si un cliente dice “quiero más tráfico en mi web”, ¿es realmente tráfico lo que necesita? Quizás ese tráfico ya existe, pero no convierte porque la experiencia de usuario es confusa, los tiempos de carga son lentos, o el producto no está alineado con las expectativas del mercado. Y si sólo hacemos lo que el cliente pide, perpetuamos el problema en lugar de resolverlo.
Un insight clave es que las empresas suelen estar tan inmersas en sus propios desafíos que confunden síntomas con causas. Si los leads no llegan, no siempre es cuestión de aumentar el presupuesto de ads. Si las ventas caen, no siempre es culpa de la competencia. La tarea del marketing es identificar qué está realmente fallando, no simplemente aplicar una solución genérica.
Por ejemplo, trabajemos con una empresa de moda que dice: “Necesitamos hacer un rebranding porque nuestras ventas están cayendo”. Una agencia tradicional podría decir: “Perfecto, diseñemos un nuevo logo y renovemos la identidad visual.” Pero si investigamos, podríamos descubrir que el problema real no es la marca en sí, sino que los consumidores perciben los precios como injustificados en relación con la calidad. Cambiar el logo no resolverá eso. Mejorar la percepción de valor sí.
Otro caso: un e-commerce quiere invertir más en campañas de Google Ads porque las ventas se han estancado. Sin embargo, una auditoría podría revelar que la tasa de abandono del carrito es altísima porque los costos de envío son excesivos o no están bien comunicados hasta el último paso. ¿De qué sirve atraer más visitantes si el sistema de ventas está roto?
El marketing no puede ser un acto reflejo, debe ser un acto consciente. Hacer lo que el cliente pide es fácil, pero analizar, diagnosticar y proponer soluciones basadas en necesidades reales es lo que diferencia a una agencia promedio de una que impulsa resultados sostenibles.
La conclusión es esta: las agencias deben desafiar el brief, no ejecutarlo a ciegas. No se trata de ser complacientes, sino de ser socios estratégicos que comprenden el negocio en su totalidad. Porque si seguimos entregando lo que el cliente cree que quiere, condenamos su crecimiento al azar.
En cambio, en Agencia La Burbuja entendemos lo que verdaderamente necesitan, construimos resultados que trascienden las expectativas iniciales.
¿Tu agencia está resolviendo el verdadero problema o solo entregando lo que crees que necesitas?
¿Estás pidiendo lo que tu negocio realmente necesita o solo lo que crees que hará la diferencia?
Directora de proyectos, investigación y growth en la agencia digital laburbuja.pe
Fundadora de Evolab y Evolab Academy en Latinoamérica. Consultora y conferencista en marketing digital con más de 15 años de experiencia gestionando y ejecutando estrategias y acciones con +150 emprendedores, +15 pymes y líderes a nivel mundial como Intercorp y Entel que tienen el espíritu y coraje de superación con objetivos claros.
Docente en la dirección de marketing en Centrum Pucp, USIL Postgrado & UPC Postgrado. MBA con especialidad en Transformación Digital en la Universidad Complutense de Madrid. Postgrado en Estudio Internacional Empresarial en Gestión de Marketing Digital en Centrum Pucp y Eada Barcelona. Mentora en Unicef Perú.